Yo soy el productor, el realizador y el guionista de la película titulada: ¡Mi vida!

Yo creo mi vida mirando el lado bueno de cada situación. Se me presentan aspectos negativos, igual que a todo el mundo. Sin embargo, evito generar mediante el pensamiento este tipo de esquema. En vez de perder tiempo cultivando las reacciones conscientes e inconscientes ante una situación negativa, prefiero pasar rápidamente al análisis de la situación para encontrar una solución ideal.

En cada una de las lecciones que me da la vida, tomo mis distancias, utilizo las herramientas que he perfeccionado, como director, para la gestión del pensamiento, con el fin de orientar el curso de los acontecimientos.

Yo creo mi propia felicidad mediante mi actitud frente a los acontecimientos. Si otorgo una potencia negativa a una situación, ésta se hará con el poder y se resolverá de una forma negativa. Con ello participo de forma voluntaria a la catástrofe de mi vida. Mediante una actitud triste o agresiva, destruyo la posibilidad de desarrollo favorable de los acontecimientos. Con el tiempo, resulta fácil y automático llegar a aceptar únicamente los pensamientos de felicidad.

De todas formas, resultaría ilusorio creer que todo puede arreglarse mediante una simple actitud optimista, sin realizar el más mínimo esfuerzo.

Ciertamente, no es fácil ser felices permanentemente, pero es posible. Es una sencilla invitación a que des el primer paso que consiste en querer creer en la felicidad.

Tomado: Las claves del el secreto, Daniel Sévigny.

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