Los padres dan y los hijos toman, pero ¿todo? Hay ciertas cosas que no le corresponden al hijo y por lo tanto no debe tomarlas.
- El mérito de lo que lograron
Cada persona tiene los méritos que gana con su esfuerzo. Cuando un hijo tiene ventajas por los logros de sus padres, lo recibe como un regalo. Si un hijo hereda de sus padres dinero, un nombre famoso, una empresa exitosa y se siente mucho por eso, está tomando algo por lo que no pagó un precio. ¿Cuál es el precio? El esfuerzo de haberlo logrado. Ese hijo no hizo el esfuerzo, no son sus logros, son del padre. Si disfruta ventajas, agradece al padre que lo hizo y lo reconoce. “Tomar un derecho sin haber pagado por él, es como robar”.
- La culpa por algo que hicieron
Cada quien es responsable de lo que hace, para bien y para mal. Un hijo no puede pagar por algo que hizo alguien más, aunque sea su padre o su madre.
- Las enfermedades que padecieron
Aunque esté en la genética, cada quien organiza su mente, sus emociones y su cuerpo de manera diferente. Cargar una enfermedad por lealtad, daña a la familia. Si el hijo enferma creyendo que disminuirá el sufrimiento de sus padres, se equivoca.
- Los destinos que vivieron
Las historias se repiten en las familias, principalmente las trágicas. Por eso es importante poner un límite sano. ¿Cómo? Honrando el destino de cada quien. Te aseguro que los padres son más felices cuando nadie repite un destino triste.
- Las obligaciones que no llevaron a cabo
Las obligaciones de tus padres son de ellos mientras vivan y se acaban cuando mueren. Los hijos deben dejar ir esas obligaciones con sus padres.”
- Las injusticias que sufrieron
Cuando un hijo trata de vengarse de las injusticias que sus padres sufrieron se queda atrapado en un ciclo de violencia, convirtiéndose en un perpetrador o en víctima. Aprenderás de esto más adelante. Cuando un hijo permite que sus padres se hagan cargo de lo que les pertenece, los deja asumir su responsabilidad y entonces se fortalecen. Si el hijo, aunque sea por amor, toma la responsabilidad que les corresponde a sus padres, les quita la dignidad y la fuerza porque, aunque lo hace por amor, es el amor ciego, el que se hace por sacrificio y desordena a la familia. El hijo debe aprender a amar sabiamente. Los límites sanos son una muestra de respeto hacia los padres y protegen a los hijos para que únicamente tomen la energía de vida de su familia.”
Vía: SANA TU FAMILIA de de MAGUI BLOCK.