Quien quiera que seas, donde quiera que estés, La Llave de Oro de la armonía se halla en tu mano ahora mismo. La razón de ello es que en la oración científica es Dios el que obra, no tú por lo cual tus limitaciones y debilidades particulares no entran para nada en el asunto.
Tú eres únicamente el canal a través del cual tiene lugar, la acción divina y tu conducta para recibir los beneficios de este tratamiento realmente nos será otra que apartarte a un lado. Los principiantes obtienen con frecuencia notables resultados a las primeras pruebas, porque todo lo que es absolutamente esencial es mantener una mente receptiva y suficiente fe para probar el experimento. Aparte de eso, se puede tener cualquier punto de vista religioso o no tener ninguno.
En cuanto al actual método de obrar, como todas las cosas fundamentales, es la sencillez misma. Todo lo que tienes que hacer es esto: Dejar de pensar en la dificultad, y en su lugar pensar en Dios. Esta regla completa y si no haces más que esto, la dificultad, cualquiera que sea, no tardará en desaparecer.
No hay diferencia en la clase de dificultad que sea. Puede ser grande o pequeña; puede ser concerniente a la salud, a las finanzas, un pleito judicial, una riña, una casa incendiada o cualquiera otra cosa concebible; pero sea lo que fuere, simplemente deja de pensar en ello, y en su lugar piensa en Dios, eso es todo lo que tienes que hacer.
¿Podrá haber cosa más sencilla? Dios mismo casi no podría hacerla más sencilla y sin embargo nunca falla cuando se aplica debidamente.
No trates de formar una imagen mental de Dios, lo cual, por supuesto es imposible. Obra repitiendo todo aquello que sepas acerca de Dios. Dios es Sabiduría, Verdad, inconcebible Amor. Dios está presente en todas partes; tiene infinito poder; todo lo sabe; y así sucesivamente; no importa lo bien que creas que entiendes estas cosas; repítelas sin cesar.
Pero debes dejar de pensar en la dificultad cualquiera que sea. La regla es pensar en Dios y si estás pensando, en tus dificultades, es que NO estás pensando en Dios: El observar incesantemente los asuntos con sospecha, para darnos cuenta de cómo marchan, es fatal, porque esto equivale a pensar en la dificultad, y se debe pensar en Dios y ¡en nada más!
Tu objetivo debe ser borrar la dificultad de tu conciencia, cuando menos instantes, substituyéndola por el pensamiento en Dios. He ahí lo especial.
Si puedes quedar absorto en esta consideración del mundo espiritual de manera que realmente olvides por un rato todo lo que se refiere a la dificultad que te indujo a orar, te encontrarás seguro y cómodamente libre de esa dificultad, es que has llevado a cabo tu demostración.
Si quieres aplicar La Llave de Oro a laguna persona que te incomoda o a una situación difícil, piensa: “Voy a aplicar a Pepe o a María La Llave de Oro o a ¨ese peligro¨ que me amenaza”; luego procede a desalojar de tu mente todo pensamiento que atañe a Pepe o a María o al peligro, reemplazándolo por el pensamiento en Dios.
Si haces esto con alguna persona, no influirás sobre su conducta en manera alguna, excepto que le impedirás hacerte daño o molestarte y con eso sólo le harás un bien. De allí en adelante es seguro que será una persona algo mejor, más iluminada y espiritual, nada más que porque le has aplicado “La Llave de Oro”. Un pleito judicial que esté pendiente o cualquiera otra dificultad probablemente se desvanecerán sin hacerse más graves, impartiéndose justicia a todos los implicados en el.
Si puedes hacer esto con prontitud, repite con intervalos la operación varias veces al día. Sin embargo, asegúrate de que cada que lo haces, retiras todo pensamiento del asunto hasta la próxima ocasión. Esto es muy importante.
Hemos dicho que La Llave de Oro es sencilla y si lo espero, por supuesto, no siempre es fácil de aplicar. Si estás muy asustado o preocupado, puede serte difícil al principio distraer tus pensamientos de las cosas materiales. Pero repitiendo constantemente alguna expresión de verdad absoluta que consideres importante, tal como “Solo existe el poder de Dios, o yo soy un hijo de Dios penetrado y envuelto en la paz perfecta de Dios, o Dios es amor o Dios me guía”, o quizá la más sencilla de todas, Dios está conmigo, no importan lo mecánico e inútil que al principio te parezca este tratamiento, pronto te darás cuenta de que él empieza a tener efecto y de que tu mente se aclara. No luches con violencia, sino con quietud e insistencia. Cada vez que encuentres divagando tu atención, dirígela de nuevo a Dios.
No pretendas delinear por adelantado la solución que probablemente deba tener tu problema.
Eso sólo vendría a retardar la demostración. Deja la cuestión de medios y resultado final estrictamente a Dios. Lo que tú quieres es liberarte de la dificultad; con eso basta. Haz tu parte, que Dios no fallará en hacer la suya.
“Todo aquel que invocare el nombre de Señor será Salvo.”
Sea La Llave de Oro el medio de tu abrir la puerta de la salud, de la libertad y conocimiento de Dios.
La oración científica: Es una oración transformadora, cambia las situaciones negativas en positivas. Consiste en agradecer antes de recibir. Es una de las claves para siempre obtener lo que necesitamos, dar gracias por todo, incluso por lo que no has obtenido. Vivir en constante agradecimiento, es uno de los “ACTOS DE AMOR” más grande del ser humano.
“Gracias padre” es la afirmación de gratitud que debemos tener siempre ante todo lo bello, bueno y constructivo que Dios nos da para que nos los siga suministrando y nunca falle. El dar las gracias por haber recibido algo antes de obtenerlo es la demostración de fe más grande que puede existir”
Emmet Fox.