La influencia de la Luna Negra – Lilith – según la astrología.

Lilith es un personaje del folclore hebreo que se remonta a Mesopotamia, y a quién la leyenda atribuye el ser la primera compañera de Adán antes que Eva, no se la menciona en la Biblia, tal vez por eso de su existencia no teníamos ni idea basándonos en el Libro Sagrado, pues en el Génesis no aparece.

Las dos mujeres tenían naturalezas muy distintas: Eva era la buena, la sumisa, la esposa “oficial” de cara al mundo, la que solía hacer lo que Adán le sugería. Eran tan obediente que ignoró el aviso de Dios/Yahveh: “como os comáis el fruto prohibido, os expulso del Paraíso”. Y se comieron el fruto.

Antes de que esta pareja viviera muy feliz en el Paraíso, Adán se las tuvo que ver con su primera esposa, Lilith. Ésta era una mujer que no quería bajo ningún concepto obedecer al Hombre, cuando mantenían relaciones sexuales ella exigía estar encima. De ahí que se le otorgue un carácter sexual fuerte, bestia, crudo. Lilith no era ninguna sumisa. En aquella Antigüedad que una mujer se impusiera al hombre exigiendo no ser sometida conllevaba el ser automáticamente, una “puta”.
Por no ser aceptada como ella era y por rebelarse, la expulsaron del Paraíso y encima le colgaron el cartel de “Ramera” para toda la eternidad.
A Lilith la opinión de los demás no le importa, es sociópata, ella no está pendiente de las apariencias ni del qué dirán, no es bella porque no es Venus, así que los convencionalismos sociales le importan un comino. Fueron éstos mismos los que la repudiaron, porque no aceptaban su forma de ser. Es por esto que con ciertos asuntos “políticamente correctos”, sea especialmente perversa y rencorosa.

En Astrología, Lilith representa la parte más oculta de una mujer en una carta astral femenina, y en la carta de un hombre es esa mujer que puede hacerle perder la cabeza. Lilith está muy presente en rupturas de matrimonios que parecen perfectos, sacados de un anuncio de bombones o detergentes. Lilith es “la otra”, la que ha surgido de la oscuridad para romper tabúes y traer la más cruda de las realidades a la luz, a la vista de todos. Por eso cuando esas parejas que parece anuncien detergentes se rompen de la noche a la mañana porque una “suelta” ha roto el matrimonio, Lilith está bien visible en una carta, pero ella no tiene la culpa, no le ha puesto una pistola en la cabeza al hombre para que abandone a su perfecta esposa por alguien más “picante”. Lilith lo que ha hecho es demostrar que esa pareja tan perfecta no era y que el padre de familia perfecta no era ese esposo modélico que pensaban todos. Ha roto con todo, Lilith ha traído una verdad incómoda: todos pueden caer. No se salva nadie.

En las cartas de las mujeres, en muchas ocasiones, Lilith es ese aspecto relativo a la sexualidad bestia escondida. Han habido muchas mujeres a lo largo de la Historia que se han visto reprimidas, no las han dejado ser sexualmente libres. O las casaban obligatoriamente con alguien por conveniencia cuyo matrimonio era un suplicio (en todos los sentidos) o las metían en conventos porque les tocaba. Eran mujeres reprimidas, que aun estando casadas y habiendo tenido hijos no sabían lo que era un orgasmo. Un día a bote pronto, estas mujeres caen brazos de un amante y son públicamente pilladas, con un escarnio público considerable: Lilith haciendo de las suyas, sacando a la luz otra verdad incómoda.

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Tomado de: http://estrelleros.blogspot.com.co/2017/02/lilith-en-sagitario-la-mision.html