Aun cuando el día anterior haya sido de retos, donde hayamos tenido que echar mano de la mayor de nuestras fortalezas, cada día es un nuevo comienzo.
Cada día nos ofrece un sin fin de oportunidades y estar abiertos a conectar con las de nuestro mayor bien, nos ubica exactamente en ese sitio.
Recordemos que somos frecuencias vibratorias más que un cuerpo físico y que dependiendo de las señales que emitimos, magnetizamos sus semejantes.
Cuando nos levantamos con actitud de apertura hacia las mejores relaciones y situaciones, nuestro día se tiñe de colores armónicos.
Literalmente creamos el mejor de los escenarios para este momento, que es el único que tenemos.
Hoy te invito a comenzar el día con una gran sonrisa y un “Si” inmenso en tu corazón. Dispuesto a entregar lo mejor de ti incondicionalmente en cada encuentro, en cada reto, en cada instante sagrado, porque todos lo son.
Vía: Anónimo.