Una de las principales causas que te impiden estar en calma o estar feliz son las preocupaciones, sean por temas laborales, amorosos, familiares, dinero o cosas externas ajenas a nuestro control y que no nos dejan disfrutar el presente.
De un 100% de las cosas que nos preocupan, el 95% son cosas que realmente no tienen la importancia que les damos y el otro 5% son cosas por las que no tenemos un control, las cuales debemos aceptar para poder llevar una vida feliz, tranquila y estable.
A través de tu propia experiencia sobre las preocupaciones te darás cuenta que realmente son inútiles.
La naturaleza tiene un tiempo estipulado para todo y en el tiempo perfecto hará lo suyo, habrá tiempos no tan buenos, tiempos muy buenos, momentos agradables y otros no, pero tal como llegan, estos no son para siempre y luego se van.
Es mucho mejor vivir el día a día, escribir lo que te preocupa es una buena forma de ver que la mayoría de las cosas no ocurren u ocurren de una forma totalmente diferente. Con preocuparte solo pierdes tiempo y no encuentras una solución.
Las preocupaciones pueden generar problemas físicos que pueden convertirse en enfermedades.
- Es mejor empezar por aceptar lo inevitable, lo peor que se puede hacer es lamentarse o castigarse por lo que está pasando.
- Dejar de preocuparte por las cosas antes de tiempo, esperar que lleguen.
- Aprender a observar cada situación y llegar a una conclusión si puedes manejar lo que está pasando.
- Es ideal aprender a aceptar las cosas con serenidad, es la única forma de encontrar una solución.
- Actúa desde tus posibilidades. La mejor medicina es vivir en el hoy.
“No preocuparse, es mejor ocuparse”
Távata.