Ama tu enojo porque te está enseñando lo que ya no quieres permitir.
Ama tu tristeza porque te está ayudando a limpiar lo que por tanto tiempo ha estado estancado.
Ama tus miedos porque quieren obligarte a descubrir de qué eres capaz.
Ama tus quejas, tu pasado, tus heridas, porque te están indicando el camino que estás listo para elegir.
Ama tu sombra porque sin ella no podrías ver la intensidad y el alcance de tu luz.
Al final, todos tus enemigos son bendiciones disfrazadas, depende de TI quitarles el disfraz.
Vía: Anónimo.